"La doctrina no es tan importante, lo importante es Jesús y amar a los demás". Con frecuencia he estado leyendo y escuchando a personas, que profesan ser cristianos, proclamando o expresando ésta frase, dicha de distintas maneras. Sin duda alguna esto no ha salido a la luz desde éstos últimos años en adelante, sino que también ha estado presente a lo largo de la historia. Ahora, preguntémonos esto: ¿Qué validez tiene? ¿Es la doctrina importante ó no en la vida del cristiano?
Antes que nada, definamos brevemente qué es la doctrina. La doctrina (en éste caso, la doctrina bíblica) es una serie de enseñanzas que se encuentran en las Sagradas Escrituras, Palabra de Dios, Biblia. Ahora bien, vamos al punto. Tratemos de ver lo que quieren dar a entender éstas frases.
Algunas posibles interpretaciones podrían ser:
- Las doctrinas dividen.
- Es muy difícil de estudiar.
- A Jesús no le importa eso.
- Lo único y primordial es amar.
- Amar al prójimo es lo único que importa.
- No quiero entrar en discusiones, vayamos al tema principal que es Jesús.
- No tengo tiempo para eso.
- Más de Jesús, y menos doctrina.
- Tu teología no me importa, me importa Jesús.
Quizá haya dejado algunas por fuera, pero éstas son las interpretaciones que me parece que han resaltado más en cuanto a éste tema. La frase, y algunas de sus interpretaciones, parecen ser muy nobles y con un sentido de incentivar la paz, el amor y la unión. Muchos podrían decir hasta éste punto: "Por Dios, es sólo una frase, dejemos éste post hasta aquí porque ése tema no interesa, lo importante es Jesús". Antes de que hagas caso a ésa voz, y desistas de lo que intento decirte, quiero mostrarte un pedacito de la historia que seguro te ayudará a entender más lo que te quiero decir.
Empecemos por recordar un poco acerca de la historia de William Tyndale. William Tyndale (1494-1536), fue teólogo, erudito y protestante inglés. Tradujo el Nuevo Testamento del griego y hebreo, al idioma inglés. La verdadera causa de su muerte, de que haya sido estrangulado y quemado en la hoguera, no fue porque creía en Jesús exactamente, la auténtica razón por la que fue martirizado es porque rechazó el papado, y no desistió de traducir las Escrituras a la lengua vernácula (idioma autóctono ó nativo de la nación, en éste caso, el idioma inglés). Sin dudas, su muerte fue trágica y brutal. «Murió por creer en las verdades bíblicas de La Reforma».
Sin embargo, Tyndale no fue una excepción. Él mismo presenció como muchos otros reformadores llegaron a pagar con muerte sus vidas por crímenes mucho menores contra la Iglesia Católica Romana. Eran encarcelados, ejecutados tan sólo por encontrarles en sus manos una copia de los escritos de Lutero. Fueron muchos los que pasaron por mártires.
Vemos también la muerte de John Rogers, quien ayudó a Tyndale a distribuir la traducción del Nuevo Testamento al inglés. Rogers fue el primero en ser martirizado bajo el reinado de la Reina María de 1553-1558, que era conocido como "María La Sanguinaria". Murió por enseñar las verdades de La Reforma también. Más adelante, otros seguirían los pasos de Rogers, como Hugh Latimer y Nicholas Ridley. Todos éstos, y muchísimos más murieron defendiendo las verdades bíblicas de La Reforma.
Ahora, te preguntarás: ¿Qué tiene de importante la muerte de éstos hombres comúnes y corrientes? Como podemos ver, no sólo estaban dispuestos a morir porque eran cristianos, sino también porque consideraban que la doctrina importaba. Éstos hombres estuvieron dispuestos a ser llevados a la hoguera, a ser martirizados, torturados y ejecutados, por doctrinas como Sola Fide y Sola Scriptura. Ellos y muchos más (Y sí, sus muertes no fueron peores ó más importantes que la muerte de nuestro Señor Jesucristo). Algo que en nuestros días ya nosotros no tenemos que pagar siendo llevados a la hoguera, torturados, etc, para traducir la Biblia, ó incluso por creer ó exponer las verdades bíblicas de La Reforma. La idea no es alabarlos, ni adorarlos, sino abrir un espacio de importancia al propósito final por el que cada uno estaba preparado, y atravesaron, por éstas acciones.
Vemos que éstas son verdades por las que muchos cristianos han dado su vida a muerte, es bueno que las valoremos y que no las demos por sentadas ó que las tomemos a la ligera, ni que seamos indiferentes a esto. Cuando habitualmente abres tu Biblia para hacer algún devocional en la mañana, tómate un momento para pensar y recordar cómo Dios usó, y demostró Su soberanía y bondad a través de éstos, y muchos hombres más, en diversos lugares del mundo, para que tú puedas leer la Biblia en tu idioma autóctono, y puedas estudiar las doctrinas que Ella enseña. Gente que murió por verdades que hoy, libremente, proclamamos.
Con esto podemos ver algunos motivos de que éstas frases, y sus interpretaciones, no son del todo correctas.
1. Jesús y la doctrina no pueden estar desligados.
Es decir, no podemos separarlos y estar más de un lado que del otro. El concepto que podemos entender de doctrinas, en éste sentido, y como ya mencionamos anteriormente, es que son un «conjunto de enseñanzas encontradas en las Sagradas Escrituras». Cito una serie de preguntas que leí al respecto: "¿Cómo podemos decir que amamos a Cristo si no estamos interesados en la doctrina de la expiación? ó ¿de qué forma podemos contemplar el ministerio de Cristo, haciendo caso omiso a la doctrina de la suficiencia y autoridad de la Biblia?" Con esto podemos ver que no podemos desligar a uno del otro. Simplemente no es posible, no es correcto.
2. Aquí cito esto que leí: "La doctrina da solidez a nuestra vida cristiana".
Esto es tan real. Debemos conocer lo que creemos, sino seremos inestables en ello, y creeremos en cualquier cosa ó en cualquiera que tenga una apariencia de piedad. Si no conocemos lo que la Biblia nos quiere enseñar de manera correcta, fácilmente seremos presa de aquellos que profesan y hablan de "un dios" ó "un jesús" basado en sus propios razonamientos, menos del Dios y Jesús que nos habla la Biblia.
3. Por último, y no menos importante: La Biblia y la historia nos enseñan que la doctrina ha tenido, y tiene, gran lugar y relevancia en la vida de los creyentes.
Entonces, ¿Tiene validez ésta frase y sus interpretaciones? No. ¿Es la doctrina importante ó no en la vida del cristiano? Absolutamente, sí es importante. A los que piensan lo contrario, deberían hacer un esfuerzo por conocer más las Escrituras, y tendrán el resultado de conocer más a Dios, y a Su Hijo, Jesús.
Por Mirelys Díaz
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