Algunas expresiones relacionadas con Apocalipsis

El juicio final

En este evento, descrito en Apocalipsis 20:11 -15, Dios resucita a todos los pueblos, los juzga desde el gran trono blanco y los envía a su destino eterno. Lea más al respecto en El destino de los muertos

666

El número de la bestia, aparece mencionado en Apocalipsis 13:8. Ni los griegos ni los hebreos tenían un sistema numérico, sino que escribían los números en forma de palabra o usaban las letras del alfabeto como numerales. Muchos investigadores han señalado que, en hebreo, si a las letras latinas de Nerón se le asignan valores numéricos, el resultado podría ser 666. (Nerón gobernó entre 54-68 d.C. y fue el primer emperador que persiguió deliberadamente a los cristianos), pero es evidente que en Nerón no fueron cumplidas todas las profecías que respecto a la figura del anticristo se hacen en la escritura (también relacionada con “el inicuo”, “el hombre de pecado”, “el hijo de perdición”, “el rey altivo de rostro”, “la bestia”, etc). Aunque quizá la mejor interpretación de este número es recordar que seis representa en la cábala, la imaginería y la numerología desarrollada hasta la época algo relacionado a la humanidad en su carácter opuesto y renuente frente a Dios, algo “humanamente malo”; por lo tanto, 666 podría indicar la más completa maldad intencionada, y oposición humanas frente a Dios.

144.000

La biblia los presenta literalmente como 144.000 judíos (12.000 personas de cada tribu) que aceptaron a Jesucristo como su Señor (ver Apocalipsis 7:4-9).

La abominación desoladora

Es una figura oscura y difícil de interpretar ya que su riqueza va más allá de simplemente describir un evento en la historia. En esencia se refiere a la profanación del templo de Jerusalén y es una señal a los seguidores de Jesús de la inminente destrucción de Jerusalén. La mención en Mateo 24:15 puede ser una referencia a la destrucción del templo en el año 70 d.C. por parte de los romanos, o a los planes romanos de erigir una estatua del emperador en el templo en el año 40 d.C. Es evidente que era un evento con el que estaban familiarizados los judíos. En el 167 a.C. un gobernador griego llamado Antíoco Epífanes erigió un altar a Júpiter sobre el altar de los holocaustos en el templo judío en Jerusalén. También sacrificó un cerdo sobre el altar en el Templo en Jerusalén. Este evento es conocido como “la abominación desoladora”. La mayoría de los intérpretes de la profecía bíblica, creen que Jesús estaba refiriéndose al anticristo, quien hará algo muy similar a lo que hizo Antíoco Epífanes. Esto es confirmado por el hecho de que algo de lo que Daniel profetizó en Daniel 9:27 no ocurrió en el 167 a.C. con Antíoco Epífanes. Antíoco no confirmó un pacto con Israel por siete años. Es el anticristo quien, al final de los tiempos, establecerá un pacto con Israel por siete años y entonces lo romperá al hacer algo similar a la abominación desoladora en el templo judío en Jerusalén.

El anticristo

(Del griego, antichristos, que significa «en lugar de Cristo») Designa a cualquiera que niegue las enseñanzas de los apóstoles sobre Jesucristo (1 Juan 2:18-22; 4:3; 2 Juan 1:7). La figura del anticristo no se refiere únicamente a un hombre, sino también a un espíritu, en el sentido literal y también de propósito o intención (1 Juan 4:3). En particular, el anticristo es el usurpador satánico de Jesucristo, descrito también como «el hombre de pecado» o «la bestia» (2 Tesalonicenses 2:3-8; Apocalipsis 13:1-18; 17:3-17). Es una expresión para referirse a una persona determinada que detentará el poder durante la tribulación y también un símbolo de los falsos maestros y líderes que ya han estado presentes en la historia de la iglesia y que se manifestarán más marcadamente cuando el fin de los tiempos se acerque.

Armagedón

(Del hebreo Har-Megiddon, monte Meguido) La ciudad de Meguido estaba ubicada en el reglón entre la llanura de Jezreel y el margen occidental de Israel. Esta llanura fue escenario de famosas batallas libradas por Débora, Gedeón, Saúl, Ocozías y Josías, porque era una planicie amplia y extensa. El valle de Meguido se convirtió en símbolo de un lugar donde se dirimían conflictos decisivos. La escritura habla de ello (Apocalipsis 16:13-16) como el lugar donde se librará literalmente una batalla las fuerzas reunidas por Satanás contra el Señor. 

Babilonia

En Apocalipsis, el nombre «Babilonia» es simbólico, pero hay diversas interpretaciones:

1. Roma 

Después del año 70 d.C, los escritores judíos solían hablar de «Babilonia»1 para referirse a Roma. «Babilonia» podría simbolizar cualquiera de los poderes políticos y religiosos que, en cualquier época, intentan desafiar a Dios y perseguir a su pueblo. Es tradicionalmente identificada en su carácter religioso con la Iglesia catóica.

2. Una iglesia y un gobierno mundial 

«Babilonia» puede ser una referencia a un gobierno mundial y una iglesia universal que podría ya existir y tendrá una manifestación más evidente hacia el fin de los tiempos.

Las dos bestias 

Son criaturas simbólicas descritas en Apocalipsis 11:7 y 13:1 -18. 

1. La primera bestia 

Esta criatura sale del mar y tiene diez cuernos y siete cabezas. Las siete cabezas posiblemente sean un símbolo de Roma, que estaba rodeada de siete colinas. Algunos intérpretes entienden esta referencia a Roma literalmente, en el sentido de que hacia el final de los tiempos surgirá una potencia de Roma; otros la entienden en sentido simbólico, como una referencia a cualquier poder histórico-político que se levante contra el señorío de Dios y persiga a los cristianos. La bestia reclama nombres que son una blasfemia, como lo hizo Domiciano, el emperador entre 81 y 96 d.C, que exigía el título de «Señor y Dios». Uno de los cuernos aparentemente muere pero luego resucita y reconocido por todos, algo semejante al rumor que circuló después de la muerte de Nerón en el sentido de que había recuperado la vida, aunque esta fue una falsa noticia.

2. La segunda bestia 

Esta criatura surge de la tierra y tiene cuernos como un cordero y la voz de un dragón; en otras palabras, es una parodia satánica de Jesucristo, el Cordero de Dios. Algunos Intérpretes bíblicos entienden que esta criatura será literalmente un líder que promoverá la adoración de la primera bestia. Otros entienden que la segunda bestia es un símbolo de cualquier religión, en cualquier época, que persuada a los hombres a honrar a los ídolos en vez de adorar a Jesucristo.

La marca de la bestia

Es una indicación de la alianza de una persona con las enseñanzas del anticristo (Apocalipsis 13:16-17). El pueblo de Dios tendrá también una marca similar, pero será señal de que pertenecen a Jesús (Apocalipsis 7:3; 9:4; 14:1; 22:4). Algunos comentaristas bíblicos creen que la marca de la bestia será efectivamente una marca exigida por el anticristo.

Los dos testigos

Estos dos seres descritos en Apocalipsis 11:1-14 dan testimonio verdadero de Dios antes de que la bestia los mate, aunque luego resucitarán. (1) Algunas personas creen que estos dos testigos son dos personas que aparecerán durante la tribulación, cerca del fin de la historia. (2) Otros los identifican con dos profetas bíblicos, tal vez Moisés y Elias, que resucitarán con el propósito de proclamar la verdad de Dios durante la tribulación. 

^.K. Beale, The Book of Revelation, Crand Rapids, MI, Eerdmans, Eerdmans, 1972, 178-179.