Pascua y Panes sin levadura
Fechas:
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Pascua, 14 Nisán (Marzo o Abril)
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Panes sin levadura, 15 – 21 Nisán (Marzo o Abril)
Base Bíblica:
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Pascua (Levítico 23:4-5; Éxodo 12:1-4)
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Panes sin levadura (Levítico 23:6-8; Éxodo 12:15-20)
Pascua (Pesaj) y Panes sin levadura (Hag HaMatzah) conmemoran la salida de Israel de la tierra de Egipto por
la acción de Dios. Pesaj significa
“pasar”. La cena pascual, seder,
conmemora la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto. El Señor
envío a Moisés para que condujera a los hijos de Israel desde Egipto a la
tierra prometida. En sucesivos encuentros de Moisés con el faraón, éste rehusó
autorizar la salida de los israelitas. Después de enviar nueve plagas, el Señor
dijo que morirían los primogénitos de todas las familias, salvo en aquellas
casas que rociarán el marco de la puerta con la sangre de un cordero sin
defecto. Esa noche, el Señor <<pasó por alto>> las casas cuyas puertas estaban rociadas con
sangre. La décima plaga produjo la muerte de los primogénitos de Egipto,
incluido el único hijo de faraón. Por fin, el faraón permitió que los hijos de
Israel partieran. La Pascua habría de convertirse en una ordenanza permanente para
las generaciones futuras. En Levítico, el Señor estableció que en el crepúsculo
del día catorce del primer mes (del año nuevo religioso) debía comenzar la
Pascua del Señor.
En Levítico
23 se menciona Hag HaMatzot o Hag HaMatzah, también llamada la fiesta
de los panes sin levadura, como una fiesta separada que se celebra el día
quince en el mismo mes que se celebra Pascua. Sin embargo, en la actualidad,
las fiestas de Pesaj, los Panes sin
levadura, y las Primicias se han incorporado a la celebración de la Pascua, y
cuando se habla de la Pascua, se hace referencia a las tres fiestas. La pascua
se celebra durante ocho días, 14-21 Nisán. El Señor dijo que durante siete días
los hijos de Israel debían comer pan sin levadura. Este pan, preparado sin
levadura a causa del apuro, representa la celeridad con que el Señor sacó a los
israelitas de Egipto. En algunos lugares de las escrituras, la levadura también
representa el pecado. Los judíos ortodoxos creen que no sólo es indebido comer
panes con levadura durante esta fiesta sino que incluso está prohibido tener
levadura en las casa. Hoy, la purificación de la casa antes de la Pascua
consiste en una búsqueda simbólica que permita quitar toda hipocresía o maldad.
La fiesta de los Panes sin levadura es una de las tres fiestas de peregrinación
que exigía que todos los varones judíos fueran a Jerusalén para presentarse
delante del Señor (Deuteronomio 16:16)
Jesús y la Pascua
Jesús comió la pascua con sus discípulos y les dijo que mucho había deseado comer la Pascua con ellos antes de padecer, y agregó que no volvería a comerla hasta la venida del Reino de Dios (Lucas 22:7-16). Después de la cena pascual, cantaron un himno y fueron al Monte de los Olivos (Mateo 26:30). El himno que se canta durante la Pascua es el Hallel que incluye el Salmo 118:22; <<La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular>>. Jesús es la piedra angular rechazada por los constructores (Mateo 21:42; 1 Pedro 2:7). Jesús fue crucificado como el <<Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo>> (Juan 1:29). La Santa cena nos recuerda su sacrificio como el cordero sin defecto de la Pascua y el cumplimiento del Nuevo Pacto entre Dios y los hombres (Lucas 22:20; 1 Corintios 5:7; Efesios 2:11-13). La profecía sobre este sacrificio se encuentra en el Salmo 22. El profeta Isaías también habló del sufrimiento y el sacrificio del Mesías, y de qué manera el sacrificio sería el último acto de expiación por los pecados del pueblo de Dios (Isaías 53).
El capítulo 12 de Éxodo nos da una descripción del significado y los requisitos para la celebración de la fiesta. El sacrificio de Cristo trae a cumplimiento todo lo que Dios desde el antiguo testamento había profetizado con el establecimiento de la fiesta. En este cuadro vemos el cumplimiento de los aspectos principales:
El capítulo 12 de Éxodo nos da una descripción del significado y los requisitos para la celebración de la fiesta. El sacrificio de Cristo trae a cumplimiento todo lo que Dios desde el antiguo testamento había profetizado con el establecimiento de la fiesta. En este cuadro vemos el cumplimiento de los aspectos principales:
ÉXODO
12 CRISTO
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12:1-
2—La
fiesta señalaba un nuevo año, un nuevo comienzo para los israelitas.
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En
Cristo, cada creyente es una nueva criatura (2 Cor. 5:17). Las cosas viejas y
la antigua vida quedan en el pasado.
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12:5—Un cordero macho de un año era
llevado a la casa el 10 de Nisán (el primer mes del calendario judío).
Una vez allí se lo inspeccionaba en detalle para ver si tenía alguna
imperfección o deformidad. Si no tenía defecto, se lo sacrificaba el día 14
de Nisán.
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Cristo fue cuidadosamente examinado
por:
•Pilato(Mat. 27:11-26; Luc. 23:1-6;
13-25; Juan 18:28-19:16)
• Herodes (Luc. 23:8-12) •Anás (Juan
18:12-13; 19-24)
• Caifás (Mat. 26:57)
• No pudieron hallar falta en El. Cristo es el
«cordero sin mancha y sin contaminación» (IPed. 1:19)
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12:6 — «Toda la congregación» del pueblo de
Dios debía participar del sacrificio.
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Todos
los que quieren ser parte de la congregación de Dios deben aceptar el sacrificio
de Cristo (Rom. 3:21-26).
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12:7,12,22—La sangre del cordero sacrificado
debía colocarse en el marco de la puerta (dintel y postes). Gracias a la
protección de la sangre, la casa quedaría a salvo de la plaga de Dios.
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Cristo
derramó su
sangre para rescatar a su pueblo. Necesitamos ser cubiertos o justificados
por la sangre del Cordero para ser rescatados de la condenación (Rom. 3:25;
5:9). Cristo es el Cordero que quita el pecado del mundo (Juan 1:29
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12:14—La Pascua debía guardarse como
recordatorio perpetuo.
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Durante
la última
cena, Jesús se refiere al pan como «mi cuerpo, que por vosotros es dado;
haced esto en memoria de mí» (Luc. 22:19).
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12:46—Dios mandó a Israel que no se
quebrara hueso del cordero sacrificado.
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Para
acelerar la muerte de Jesús, los soldados romanos iban a quebrarle las
piernas. Sin embargo, Jesús ya había muerto, por lo que sus huesos no fueron
rotos (Juan 19:32-33).
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